Hay un momento en que tienes ganas de rendirte y abandonar. Tanto esfuerzo para nada… Parece que por más que le pones ganas, tiempo y energía los resultados no llegan. Incluso la situación empeora y todo parece una gran broma sin sentido. Entonces pierdes las fuerzas y la motivación y lo dejarías todo, te olvidarías y te pondrías a dormir una buena temporada…
En este momento, es cuando es útil recordar que la noche es más oscura justo antes de que salga el Sol. ¿Y eso qué significa? Pues que cuando no puedes más, cuando estás a punto de rendirte, es cuando tu objetivo está más cerca. Está a punto de hacerse la luz. Pero en plena oscuridad es difícil confiar.
Una pequeña historia:
Quizás alguna vez has oído una historia similar a esta: Resulta que un hombre supo que en un lugar había una reserva de petróleo. Le había confiado el secreto un señor muy viejo de la zona. Cavó y cavó durante cientos de metros sin encontrarla. Y un día, que ya no pudo más, abandonó, pensando que le habían engañado y que allí no habría ni gota de petróleo. Entonces otro hombre lo oyó y decidió seguir cavando el mismo pozo para probar suerte. ¿Y sabes qué pasó? Que al cabo de 10m más encontró el petróleo. Si el primer hombre hubiera mantenido la fe unos minutos más hubiera recibido la recompensa. Pero la oscuridad del momento no le permitió visualizar su deseo.
Cuando hace una temporada que luchas con todo tu amor por algo que para ti es importante, esperas obtener un resultado algún día. Pero cuando ese día parece que nunca llega es desesperante. Sin embargo, muchas veces, el resultado está mucho más cerca de lo que crees. Al igual que el petróleo, tal vez sólo se encuentre a 10m de ti. Incluso ya lo podrías ver si te fijaran bien…
¿Qué hacer en estos momentos?
Mirarlo diferente. Es decir, cambiar dos cosas de la forma en que ves la situación que estás viviendo:
- Pon el foco en lo que sí ya has conseguido. Recuerda que donde pones el foco se expande. De esta manera, si sólo estás mirando lo que aún te falta, lo vivirás con una sensación de carencia y fracaso constante. Y ya sabes que lo que vibras lo recibes. Es un pez que se muerde la cola. Por lo tanto, cambia el foco. Por ejemplo, puedes hacer una lista de todo lo que has conseguido hasta ahora referente a esta situación concreta y sentir el éxito aunque sea pequeño. El hombre del pozo podría, por ejemplo, haber reconocido y apreciado todos los metros que ya había cavado.
- Agradece lo que has logrado, lo que estás aprendiendo y el resultado que pronto llegará. Cuando nos sentimos agradecidos aumentamos nuestra frecuencia vibratoria. Entonces, atraemos más situaciones por las que sentirnos agradecidas. Además, al agradecer un resultado que todavía no tienes como si ya lo tuvieras hará que conectes con la frecuencia de tu resultado deseado y, así, lo atraerás. El agradecimiento es una herramienta muy poderosa.
- Sé paciente. Que tarde más en llegar de lo que quisieras no significa que no vaya a llegar. La paciencia demuestra fe y la fe es una de las claves de la Ley de la Atracción. Confiar en la vida y en que recibirás lo que deseas te dará paz y fuerzas para seguir adelante. Recuerda el señor del pozo, sólo tenía que seguir cavando unos minutos más!
Así pues, apreciar, agradecer y confiar te llevarán a ver sus deseos hechos realidad.
Ahora ya sabes que puedes hacer cuando tengas ganas de rendirte.
Cada día sale el Sol!
Espero que te ayude 😉